-¿No hay algo más que tengas que decirme? -dijiste
-Supongo que diga lo que diga nada va a cambiar. La decisión está tomada. -respondí intentando cagarte la sique.
Vi tu cara.
Lo había conseguido perfectamente.
¿Querías llorar? Digo, de la nada tus ojos se abrillantaron y enrojecieron, pero el orgullo fue/es más fuerte.
Si; hay algo más que tengo que decirte: 11 semanas. Y aun sigo.
"Él se comió mi corazón, y luego se comió mi cerebro"
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